Pocas ciudades muestran el crecimiento, el dinamismo y la organización con la aparente facilidad de Pekín, y se dará cuenta de ello en cuanto pise las plazas y calles de la ciudad. Las antiguas murallas, los palacios, edificios oficiales, centros comerciales y viejas mansiones crean una impresionante sinergia entre lo antiguo y nuevo. Hay muchas actividades por hacer en Pekín: la famosa Ciudad Prohibida es el lugar perfecto para empezar. Aquí verá ejemplos de la impresionante arquitectura imperial y antiguos palacios. No se pierda los increíbles templos de Pekín, como el templo del Cielo, el templo de Yonghe y el templo de Confucio. Después de la jornada de turismo, diríjase a la plaza de Tiananmén y coma algo en uno de los muchos restaurantes de sus alrededores.